Para fijar un favorito en cualquier deporte se consideran los antecedentes, esos que son graficados por las cifras y que dicen mucho sobre las proyecciones probables sin ser una certeza, mucho menos en el beisbol, tan imprevisible, que no le gustaría a Diógenes, porque nunca hay algo escrito. Después de tres juegos cada equipo, la superioridad del Chinandega, pese a las dificultades atravesadas para poder emerger de las cenizas y vencer a Curazao en once entradas 6-5, salta a la vista.