
Sobreviviendo a tres cuadrangulares disparados por Antony García, Rubén Gotay y Dayron Vatona, todos sin embasados, y manejando la presión de un 3-3 hasta el séptimo inning, Cuba dobló las rodillas de Puerto Rico imponiéndose 6-3 con picheo combinado de Ulfrido García y Leandro Martínez, el estacazo de Frank Morejón, y sin fallas en la defensa. Una proyección insospechada de un equipo que crece a base de bravura, que no se siente menos que los otros, y que confía en su capacidad. Sin compararse con aquellos equipos que dominaron el Caribe entre 1949 y 1960, y tampoco con los que se pavonearon con arrogante superioridad en los años 80 y los 90, enfrentado el reto de los prospectos asiáticos, estadounidenses y canadienses, este Cuba modelo 2018, logra fabricar resultados.