Son 92 hectáreas de bosque los que se están talando en Gruenheide, al este de Berlín, lo que tiene en pie de guerra a ambientalistas alemanes con Tesla por la fabricación en ese sector de su Gigafactory. La preocupación por el estado de la vida silvestre del lugar, sumado a la situación del agua, llevaron a que un tribunal germano diera luz verde a la detención temporal de la construcción del edificio.

El grupo activista local Gruene Liga Brandenburg (Liga Verde def Brandenburgo), fue el más activo en la protección de la zona y las protestas contra la empresa de Elon Musk.

La declaración de la corte decía: “No se debe suponer que la moción de protección legal presentada por la Liga Verde carece de posibilidades de éxito”.

Sin embargo, ahora la disputa será política, ya que los partidos más conservadores alemanes Christian Democrat y Free Democrat han dicho que la acción legal contra Gigafactory infligiría un daño grave y duradero en la imagen de Alemania como un lugar para hacer negocios.

Tesla ha comprado casi 300 hectáreas para su fábrica alemana, que espera abrir en 2021. Eventualmente quiere que la fábrica produzca hasta 500,000 autos al año y emplee a 12,000 personas en la zona de Gruenheide y sería su tercera fábrica tras las que tiene en Estados Unidos y en China.