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Paz hermano Ichiro

En el cajón de bateo, haciendo swing con esa elegancia que identicaba a Joe
Dimaggio y utilizando una estocada parecida a la de Tony Gwynn, las
“muertes” y daños que provocó Ichiro Suzuki entre los lanzadores de Grandes
Ligas fueron incontables.

Finalmente, a los 45 años, después de fallar 4 veces frente al picheo de los
Atléticos de Oakland, el mosquetero japonés decide salir en paz, con 3,089
imparables, dejando dos récords quizás intocables: sus 262 imparables en el
2004, borrando un registro de 84 años en poder de George Sisler y las 10
temporadas consecutivas con más de 200 hits, entre su debut 2001 y el 2010…

Cuando Ichiro aterrizó en el aeropuerto de las Grandes Ligas, en el 2001, solo
pretendía demostrar que también los bateadores japoneses podían brillar en
ese beisbol tan exigente.