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Avendaño: La misteriosa inflación en Nicaragua

La información oficial del índice de precios al consumidor (IPC) de Nicaragua se paralizó en agosto de 2019. Este dato, que tiene una gran importancia para los consumidores, los productores y el gobierno, si ha sido estimado sólo es conocido por servidores públicos y el Fondo Monetario Internacional (FMI), porque las autoridades gubernamentales mantienen el compromiso de entregar la información económica disponible al organismo multilateral, con el fin de facilitar la evaluación económica y la perspectiva de mediano plazo de la economía del país en cumplimiento de la Consulta del Artículo IV. Dicho sea de paso, la proyección de la tasa de inflación de 2019 tanto del Banco Central de Nicaragua (BCN) como del FMI es idénticamente igual a 6.38%.

La reforma de la Ley de Concertación Tributaria (LCT) del 28 de febrero de 2019, que elevó las tasas tributarias y redujo las exoneraciones y exenciones del impuesto de valor agregado (IVA), aceleró la tasa de inflación, la cual pasó, en términos interanuales, de 3.4% en febrero de 2019 a una mediana de 5.9% durante el período marzo-agosto del año pasado (ya no se dispone del dato oficial del IPC a partir de septiembre de 2019).

La tasa de inflación interanual en agosto de 2019 fue igual a 6.30%, muy parecida a la inflación del año pasado proyectada por el BCN y el FMI, que apenas es 8 centésimas porcentuales mayor. Esto da a entender que, en el diálogo gubernamental-multilateral de octubre 29-noviembre 12 del año pasado, privó el criterio de “enfriar” la inflación, porque el desempleo en Nicaragua está aumentando, una relación macroeconómica importante que muestra una correlación negativa en la tasa de desempleo y la tasa de inflación: cuando el desempleo baja, la inflación aumenta, y cuando el desempleo aumenta, la inflación baja y se enfría.

Ese principio central de la economía, en vigor desde hace 60 años y conocida como Curva de Phillips, en honor al economista Alban William Housego Phillips, de Nueva Zelanda, que lo demostró en 1958 con datos del Reino Unido observados entre 1861 y 1957, guía a los formuladores de la política macroeconómica gubernamental y a los usualmente llamados economistas “independientes”, pero últimamente hay problemas con dicha curva porque no comporta en la forma arriba mencionada en las economías avanzadas, como las de Estados Unidos y la Eurozona, al persistir simultáneamente, desde principios de la década de 2000, una baja tasa de inflación y una baja tasa de desempleo. Bien, este problema es más de interés académico, al cual me referiré en una próxima opinión.